El rockero que tenía un don para los gatos

Jackson Galaxy (48) quería ser una estrella de rock. Cuando era un veinteañero, adoptó legalmente ese apodo —nació bajo el nombre de Richard Kirschner— para impulsar su carrera musical. Pero la vida le dio otro destino.

Jackson Galaxy

A principios de los 90, mientras trabajaba como voluntario en un refugio para animales, se dio cuenta de que los gatos se acercaban naturalmente a él. Aprendió a comunicarse con ellos y a entender su comportamiento, y descubrió un don para tratarlos. Resolvió dejar la música de lado y dedicarse de lleno a trabajar con los felinos.

Algunos lo definen como un experto en comportamiento, pero él dice sentirse incómodo con esa descripción. "Soy un terapeuta, de animales y humanos. Paso la misma cantidad de tiempo trabajando con emociones y comportamientos humanos, y corrigiéndolos como hago con los gatos. Ese es el secreto. Los gatos solo reaccionan al ambiente que el humano crea, y para solucionar el problema hay que arreglar la forma en que los humanos crean ese ambiente", dice.

Después de aparecer en varios programas de TV, Galaxy se convirtió en el rostro central de Mi gato endemoniado, un reality de Animal Planet que, al estilo de El encantador de perros, muestra al experto tratando con desesperados dueños de gatos violentos y descontrolados. "Mis dos casos más difíciles han sido el primero que hice y el último", comenta. "El primero era un gato llamado Smoky, que era 10 kilos de músculo, y apenas entré a la casa saltó sobre mi cabeza y estuvo a punto de asesinarme. El último en el que trabajé fue un gato de Oregon, que hasta salió en las noticias porque obligó a su familia a encerrarse en la habitación y llamar a la Policía. Ese realmente me hizo cuestionar mis habilidades", agrega entre risas.

Jackson tiene una meta clara en cuanto a lo que quiere transmitir a su audiencia y va más allá de que sean capaces de solucionar los problemas con sus gatos. "Son seres vivos que experimentan alegría, tristeza y miedo, y si nos deshacemos de ellos, ¿qué dice eso de nosotros? Mi principal objetivo es que los humanos sean más compasivos, que dejen de pensar en sus gatos como muebles y que los vean como familia".

Según su experiencia, los factores que influyen en el mal comportamiento de un gato son, en especial, el miedo y la ansiedad. En concreto, si cuando el animal entra a una habitación la persona le hace sentir que no le pertenece, nada bueno puede pasar. Para bajar la ansiedad de los animales en cuanto a la territorialidad, recomienda las esencias florales, que de forma "natural e inofensiva" les ayuda a controlarse.

Más allá de las contras, Jackson se centra en los puntos a favor de estas mascotas. "Los animales tienen un efecto en las personas, por eso los llevamos a hospitales y asilos, para subir el ánimo. Hay prueba científica de que tocar un animal baja la presión sanguínea y el ritmo cardíaco elevados, respiras mejor. Los animales pueden aportar mucho a alguien que está en un mal momento emocional. Es mi propia historia. Mi historial con el alcohol y las drogas está muy documentado, y si no fuera por lo que los animales me dieron, no creo que estaría vivo". El Mercurio/GDA

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