5 hechos sobre las patas de los gatos

Hay mucho más en las pequeñas y lindas patas de los gatos que unas garras afiladas. Te contamos algunas cosas que quizá no sabías sobre su color, su estilo de caminar, su comunicación y mucho más.

Es posible que pienses en las patas de tu gato de la misma forma que lo haces sobre tus pies: son para permanecer de pie sobre ellos y caminar, y no mucho más. Pero las patas de los gatos están diseñadas para ayudarles a ser mejores depredadores de lo que son. A continuación, 5 datos sobre las patas de los gatos que deberías saber si eres dueño de uno:

1. Los gatos caminan de puntillas

Tu gato es un animal digitígrado, lo que significa que en vez de caminar sobre los talones y las plantas de los pies, como lo hacemos nosotros, camina apoyando solamente las puntas de los dedos de sus patas. El pequeño tamaño de sus patas y la suavidad de sus almohadillas hacen que sea fácil para él moverse muy silenciosamente a través de todo tipo de terreno.

2. Las almohadillas de las patas de los gatos son fuertes, resistentes y sensibles

Las almohadillas de piel en las patas de los gatos son lo suficientemente fuertes como para ofrecer protección contra los pinchazos cuando están caminando en terrenos ásperos, pero no ofrecen mucho aislamiento contra las temperaturas extremas. ¿Por qué? Pues porque la naturaleza compensó esa resistencia que poseen las almohadillas con una gran sensibilidad para poder cazar con eficacia.

Las almohadillas de las patas están cargadas de receptores de tacto que permiten al gato evaluar la textura, la ubicación y la vivacidad o energía de su presa.

Otro efecto de esa exquisita sensibilidad que tienen los gatos al tocar con sus patas es que pueden detectar muy rápidamente cómo de caliente o fría está una superficie.

3. Sus patas dejan un rastro que sirve para comunicarse

Los gatos tienen glándulas escondidas entre las almohadillas de sus patas que segregan un aceite con un aroma que sólo los gatos pueden detectar. Cuando tu gato araña una superficie como un poste rascador, un árbol o tu sofá, deposita un poco de su perfume, para dejar un mensaje a otros gatos, algo así como un graffiti que dice: ¡Yo estuve aquí!

4. Los gatos sudan a través de sus patas

Si alguna vez has llevado a un gato nervioso al veterinario y has visto unas pequeñas marcas de sus patas en la mesa donde el veterinario lo examina, eso es el sudor de tu gato. Las glándulas sudoríparas presentes en las almohadillas de las patas de los gatos no sólo ayudan a mantener su temperatura corporal equilibrada, sino que también entran en funcionamiento cuando están muy nerviosos.

5. Las almohadillas de las patas de los gatos son del color de su pelo

El pigmento que da color a la piel de los gatos también da color a su piel, por lo que si te fijas en las almohadillas de las patas de tu gato, lo normal es que sean del mismo color que tu gato. Los gatos negros tienen almohadillas negras, los gatos grises tienen almohadillas grisáceas, los gatos naranjas (o pelirrojos) tienen almohadillas anaranjadas, y cuando se trata de gatos de múltiples colores, todo vale.

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