Todo lo que se debe saber de la limpieza de los gatos

Por naturaleza los gatos son meticulosamente limpios, así que entrenarlos en los hábitos de limpieza no es tan problemático como con otras mascotas. Las gatas que son madres y están acostumbradas a la bandeja sanitaria, frecuentemente entrenan a sus gatitos a que hagan lo mismo.

Se recomienda las bandejas de plástico o esmaltadas para usar como bandejas sanitarias. Son fáciles de limpiar y no se oxidan. La bandeja debe medir 20 por 14 por 4 pulgadas. Llena la bandeja con 6 centímetros de sanitario para gatos para disminuir olores desagradables. Puedes usar periódicos, son absorbentes desechables, pero deben ser cambiados con más frecuencia que los sanitarios.

Normalmente una bandeja sanitaria para cada gato es suficiente.

Pon la bandeja sanitaria en el baño, otra parte de la casa o en el sótano. Pon al gatito en el sanitario con firmeza pero gentilmente. Los gatitos no responden bien al castigo. No le grites después de que haya cometido un error. El gatito no va a relacionar el grito con el error. Lava y desodoriza el lugar mojado así el gatito no regresará.

No dejes que el gatito camine con libertad por la casa hasta que estés seguro que está usando sus bandejas regularmente.

Asegúrate que la bandeja esté limpia porque casi todos los gatos no usan el sanitario si está mojado. Debes usar un colador o cucharón para limpiar las bandejas sanitarias, para remover las evacuaciones. Lo debes hacer una vez al día. Normalmente pueden usar el sanitario durante una semana antes de cambiarlo, eso depende del número de gatos que tengas y el tipo de dieta de tus gatos. Cuando cambies el sanitario lava las bandejas con jabón y agua caliente. No uses desinfectantes o agentes fuertes que no son aconsejables para la salud de tus gatos. Por higiene, lávate las manos muy bien después de limpiar la bandeja.

Si deseas, puedes evitar la bandeja sanitaria al dejar que tu gato vaya afuera. Sin embargo, debes entrenar a tu gatito a que venga cuando lo llames. Asegúrate de quedarte con él los primeros días así no se perderá. Si dejas que tu gato vaya afuera enséñale a evitar que use lugares cerca de la casa, flores y plantas, no es conveniente que use estos lugares y puede crear problemas con tus vecinos.

Entrenamiento felino

Si estableces una relación segura y con mucho amor con tu gatito, le puedes enseñar a hacer gracias sencillas. Acuérdate que es más fácil entrenar a un gatito joven que a uno maduro, entonces comienza a entrenarlo temprano. El método básico es lo mismo para cada gracia: una orden firme pero tranquila seguida por un bocadito favorito y un aliento. Las recompensas deben ser rápidas. Cuando progresa el entrenamiento, podrás reemplazar el aliento y la caricia por bocaditos.

Haz un juego del entrenamiento y repite las mismas gracias varias veces por sesión. Acuérdate que los gatitos tienen un lapso muy corto para prestar atención, entonces varias sesiones cortas de entrenamiento tendrán mejores resultados.

Enséñale al gato una gracia por vez. Usa bocaditos de su comida preferida para recompensarlo. Comienza con algo que disfrute el gato, como por ejemplo acaríciale la pancita. Cuando el gatito está acostado panza para arriba, acaríciale la panza y dile “date vuelta” y empuja al gatito para ayudarlo a completar la vuelta. Acaricia y alienta al gatito y recompénsalo con su comida favorita. Con cada orden, usa las mismas palabras.

Para entrenar a tu gatito a que camine con correa, necesitarás un collar liviano y flojo, pero que no se escape por su cabeza. Deja que el gatito use el collar por unos momentos a la vez, varias veces por día, hasta que se acostumbre. Después de unos días, ponle una cuerda larga al collar. El gatito lo arrastrará y jugará con él. Después de una semana usa la cuerda como correa. Lleva a caminar al gatito y por los primeros días, deja que el gatito camine por donde quiera y síguelo.

El próximo paso es llamarlo por su nombre y tirar suavemente de la correa para que el gatito camine contigo. Si el gatito se resiste, déjalo que descanse e inténtalo de nuevo. Las sesiones deben ser cortas. En cuanto descubra que nadie lo está forcejeando cuando camina contigo el gatito será un compañero agradable para pasear. Mantén al gatito a tu lado y tira de la correa con suavidad para que se quede a tu lado y camina despacio. Para cada paso que tú tomas el gatito debe tomar varios.

Después que le enseñes a tu gatito algunas gracias, podrás sorprender a las personas que no creen que es posible amaestrar a los gatitos.